Es común hoy en día, hablar acerca de la importancia de la innovación, pero hablar del tema es mucho más fácil que llevarlo a cabo.
El liderazgo actual tiene dos componentes que parecen lo mismo, pero que distan mucho entre si. El liderazgo innovador, traer nuevas ideas y acciones diferentes a cómo conducir, administrar y realizar el trabajo. ¿Cómo puedes pensar diferente sobre tu rol y los desafíos que tú y tu organización enfrentan? ¿Qué puedes hacer para romper problemas arraigados e insuperables?. El liderazgo para la innovación, es lo que los líderes deben hacer para crear un clima organizacional donde otros aplicarán ideas innovadoras para resolver problemas y desarrollar nuevos productos y servicios. Se trata del cultivo de una cultura de innovación, no sólo contratar algunos creativos destacados. ¿Cómo puedes ayudar a otros a pensar diferente y trabajar en forma novedosa para enfrentar retos? ¿Qué puede hacerse para innovar cuando los recursos son limitados? ¿Cómo se puede sobrevivir y mantenerse por delante de “la competencia”?
Pero ¿cuál de estos tipos de liderazgo hay que implementar para generar innovación en nuestro negocio?
En cada industria y sector, los líderes se enfrentan a la necesidad de lograr crecimiento, definir nuevos productos y servicios, entrar en nuevos mercados, crear mejores modelos de negocio, procesos internos y desarrollar nuevas estrategias. La innovación rutinariamente se promociona como la clave para el futuro éxito de las empresas de hoy y como el motor que crea nuevos negocios. Responder a estas necesidades lleva enormes esfuerzos y muchos profesionales no saben cómo integrar la innovación a su día a día.
El liderazgo para la innovación no es igual a salir con ideas creativas. Se define innovación como la creación e implementación de algo novedoso que sea viable y que además agregue valor. Se necesita una mentalidad innovadora para superar los desafíos y transformar las ideas en acciones, de otra manera, estas no serán transformadas en grandes productos, servicios o soluciones.
Para un liderazgo de innovación efectivo, se requieren tres pilares, las herramientas, las habilidades y la mentalidad.
La colección de herramientas y técnicas usadas para generar nuevas opciones, implementarlas en la organización, comunicar dirección, generar alineación del equipo y causar compromiso. Algunas herramientas que pueden utilizarse son Brainstorming, Mapas Mentales, Prototipado, Re-plantear el reto, Design Thinking, etc. todas estas herramientas pueden aprenderse a través de talleres diseñados para conocerlas e implementarlas a medida que es necesario.
Un marco de trabajo que permita innovar, que haya el espacio para que los colaboradores utilicen sus habilidades y conocimientos para alcanzar sus objetivos. Facilitar la práctica para generar dominio en las herramientas y técnicas ofrecidas.
Es importante permear a todos los niveles de una organización las habilidades de liderazgo para la innovación, desde los colaboradores hasta la dirección.
La mentalidad es el sistema operativo fundamental del pensador creativo que permite distinguir a los líderes que fomentan la creatividad y la innovación, de aquellos que la entorpecen.
Para promover la mentalidad innovadora debemos promover la curiosidad, enfocarse en el cliente, ser intuitivo, abrazar muchas posibilidades, buscar significados, saber que siempre se puede, buscar soluciones creativas a los problemas, etc.
El lugar donde convergen estos tres pilares es el que da espacio a la innovación en una empresa.
Aquí te propongo algunas acciones específicas que puedes tomar, para ayudar a tu organización a desarrollar la mentalidad, habilidades, y herramientas para el liderazgo de la innovación.
- Incentiva a tu equipo al cambio, respaldado por una estrategia que abarque la innovación.
- Modela la creatividad en forma individual y colectiva para que la organización se vuelva más innovadora. Es particularmente importante que los líderes superiores prediquen con el ejemplo, no con rigidez.
- Comunica desafíos estratégicos en toda la organización. Utilízalos como vehículos para promover la colaboración y la búsqueda de ideas creativas.
- Crea equipos heterogéneos en disciplinas, para abordar cuestiones estratégicas. Ayudarles a superar las diferencias limitantes por la diversidad, utilizar esas diferencias a favor, se convierte en una fuente de ideas novedosas.
- Da a la gente acceso a métodos y experiencias creativas. Incluso aquellos con potencial creativo a veces pierden inspiración. Las herramientas, los métodos y las experiencias pueden ser fácilmente disponibles y ayudan a replantearse y a pensar de manera diferente sobre los desafíos y las oportunidades.
- Mueve elementos de la rutina, busca espacios distintos al lugar de trabajo, para romper paradigmas y cambiar puntos de vista.
- Diseña y construye sistemas para nutrir la innovación. Busca maneras de bajo costo para probar prototipos para nuevas soluciones.
- Rompe las barreras que inhiben la innovación, incluyendo políticas internas sobre la crítica destructiva y demás acciones adversas a la creatividad.
- Pon a disposición de tu equipo capacitación que incite al pensamiento creativo.
Si en tu agenda está poner tu empresa en la cima, comienza preguntándote si eres un líder innovador o si estás liderando para la innovación.
¡Siempre impulsa tus ideas!
Flor Varón
Coach de Creatividad
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