Somos seres sociales. Desde siempre hemos necesitado de alguien más para realizar prácticamente cualquier actividad, desde sobrevivir, en vista de que no somos como otros animales que en cuanto salimos del vientre materno ya caminamos y podemos comer directamente del medio ambiente. Es fundamental estar en relación con otros seres humanos. A lo largo de la vida esas relaciones van enriqueciendo nuestra experiencia y nos muestran formas diversas de atender desafíos, de resolver complicaciones, o simplemente de mostrarnos caminos que no habíamos pensado siquiera que existían.

Cada vez más se escuchan las palabras emprender, emprendedor, trabajador independiente, entre otras. No vamos a entrar en el detalle del porqué se está dando este contexto global de la necesidad de emprender. Sino una vez que tomas la decisión cómo logras sobrevivir a ese nuevo estado de tu ser.

En primer lugar yo te sugeriría hacer conciencia de tu capacidad de ser receptivo. Acercarte a las demás personas con la convicción de que puedes aprender de todas ellas es una cualidad que requiere convicción y claridad. En el mundo de los negocios a primera vista da la impresión de que entre más voraz sea, más fácilmente escalará en su terreno. Puede ser, pero seguramente llegará solo, y no será pleno en su vida. Por el contrario. Si desde los inicios estás abierto a recibir información, a compartir tus temores, dudas, desaciertos con otras personas que como tú están aprendiendo día a día cómo hacer crecer su negocio, o cómo traducir su sueño a un proyecto productivo que se sostenga en el tiempo sin perder su calidad de vida te auguro un éxito mucho más satisfactorio y pleno.

Por definición alguien que emprende o quiere hacerlo tiene ambición. Ya sea por generar más para sí, para lograr un beneficio en su comunidad, generar un cambio en la sociedad. Uno de los objetivos principales es generar un impacto positivo en su propia vida y en la de quienes le rodean, empezando por su familia. Al hacerlo, es fundamental para lograr un éxito continuo devolver al ecosistema del que saliste ese beneficio. ¿Cómo? Inspirando. Compartiendo tu experiencia a los demás hará que el ecosistema en el que tu negocio se encuentra florezca más eficientemente. Hacer  comunidad es la opción. Porque hablando de negocios, no importa de qué tamaño es la empresa los desafíos son muy similares, lo único que cambia es la cantidad de ceros a la derecha del número en cuestión. Aunque seas una sola persona, la descripción de tus actividades, el alcance, hacia dónde vas es vital tenerlo tan claro como una empresa trasnacional. Qué mejor que compartir esas experiencias, recibir palabras de aliento, sugerencias de posibles soluciones, tener un hombro en donde sentirte apoyado en momentos en los que dudas, en los que sientes desfallecer los ánimos nutre no sólo administrativamente tu negocio, sino tu ser. En la Asociación Civil 10000 mujeres por México encuentras un equipo invaluable, ya sea que estés consolidada o apenas comiences. Conócenos. Afíliate.

Ana Karen Allende
Retacitos
Retacitosjuguetes.blogspot.mx